domingo, 6 de septiembre de 2009

"ESPARTACO", REPRESENTADO POR EL BALLET DEL TEATRO BOLSHOI, EN MADRID


CON MÚSICA DE ARAM KHACHATURIAN Y COREOGRAFÍA DE YURI GRIGOROVICH, FUE CREADA POR ESTA MISMA COMPAÑÍA DURANTE LA ÉPOCA SOVIÉTICA

El Teatro Real de Madrid abrió su temporada 2009–2010 el 5 de septiembre, como ya es tradicional, de la mano de la danza. En esta ocasión, se viste de gala para recibir, por primera vez en su escenario, al Ballet del Teatro Bolshoi de Rusia, que representará para el público de Madrid una de las coreografías emblemáticas de su repertorio, Espartaco.

Concebido por Yuri Grigorovich y con música de Aram Khachaturián, Espartaco, estrenado en Moscú en 1968, es un ballet en tres actos que narra la historia del esclavo que lideró una rebelión contra el Imperio Romano. Para su desarrollo argumental, Grigorovich se basó en la novela de Raffaello Giovagnoli, en hechos de la historia antigua y en el guión de Nikolai Volkov, dándole forma a una historia compleja cuya acción se centra en el tema de la rebelión.

Espartaco, en palabras del propio Grigorovich, “se expresa por medio de la danza clásica, pero no a la manera de Petipa, sino siguiendo unas formas más complejas que, partiendo del modelo de éste, han evolucionado influidas por el ballet moderno y por la vida misma”. Su coreografía exige a los bailarines, además de una depurada técnica, una extraordinaria fortaleza física y una gran expresividad corporal para reforzar la teatralidad de una obra convertida, desde el día de su estreno, en el buque insignia de la compañía.

En la partitura de Khachaturián, modificada por el compositor en varias ocasiones desde su creación, predomina la dramaturgia. Tiene una enorme fuerza emocional, y su intensidad subraya las escenas épicas y dota a cada personaje de una personalidad muy reconocible. Khachaturián apuntaba acerca de su composición: “está escrita en lenguaje contemporáneo, con un acercamiento moderno a los distintos aspectos músico-dramáticos”, para dar vida a la historia de un personaje por el que sentía especial fascinación. Tres repartos se alternarán en las representaciones, que estarán en escena hasta el día 10 de septiembre, siempre a las 20.00 horas. El papel protagonista estará interpretado por Ivan Vasiliev, Pavel Dmitrichenko y Egor Khromushin.

La llegada, en 1964, de Yuri Grigorovich a la dirección artística del Ballet del Teatro Bolshoi de Moscú supuso un notable impulso para la compañía. Impuso su estilo al conjunto y, además de aportarle la elegancia aprendida en el Kirov, propició varias creaciones. Una de ellas es Espartaco, un ballet en tres actos que se estrenó en Moscú el 9 de abril de 1968. Grigorovich empleó la música que Aram Khachaturian había compuesto en 1956 para un ballet que Leonid Jacobson creó en el propio Bolshoi en 1956. Espartaco contó para su estreno con dos de las estrellas de la compañía en aquella época: Vladimir Vassiliev y Ekaterina Maximova.

El ballet está basado en la historia del esclavo que lideró una rebelión contra el Imperio Romano. Grigorovich creó una coreografía de extraordinario dinamismo, con una narración en ocasiones cinematográfica, y momentos de grandiosidad sobre una inspiradora partitura que alcanza su clímax en el paso a dos entre Espartaco y Frigia. Desde su estreno, hace cuarenta años, Espartaco se ha convertido en un santo y seña del Bolshoi.

Espartaco

Música de Aram Khatchaturian

Libreto de Yuri Grigorovich - basado en la novela de Raffaello Giovanoli (1874)

Producción creada por el Ballet del Teatro Bolshoi el 9 de abril de 1968

Coreografía Yuri Grigorovich

Escenografía y vestuario Simon Virsaladzé

Director musical Pavel Sorokin

Yuri Grigórovich

Nacido el 2 de enero de 1927 de una familia vinculada con el Ballet Imperial ruso, Grigórovich se graduó de la Escuela Coreográfica de Leningrado en 1946 y bailó como solista en el Ballet Kirov hasta 1962. Sus puestas en escena basadas en las partituras de Serguei Prokofiev La flor de piedra (1957) y La leyenda de amor (1961) lo convirtieron en un aclamado coreógrafo.

En 1964 se trasladó a la capital rusa, donde hasta 1995 trabajó como director artístico del teatro Bolshoi, en el que estrenó entre muchas piezas Iván el Terrible y una versión del Lago de los cisnes que provocó grandes polémicas por su final feliz. Tras el desmoronamiento de la Unión Soviética y en medio de los debates que afectaron de manera esencial a la sociedad y a la cultura rusas, fue separado de la institución a la que ahora ha vuelto para dirigir esta obra.

Trabajó desde entonces como coreógrafo para varias compañías de su país antes de establecerse en la ciudad rusa de Krasnodar, donde fundó su propia compañía, sin dejar de presidir numerosos jurados en competencias internacionales de ballet clásico.

Aram Khachaturian

(Tiflis, 1904-Moscú, 1978) Compositor y director de orquesta soviético. De origen armenio, estudió en el Conservatorio de Moscú con Maiakovski. Sus raíces armenias están presentes en toda su producción, lo cual confiere su característico color e inconfundible ímpetu rítmico a su música. Tuvo gran éxito fuera y dentro de la Unión Soviética, pese a algunas voces discrepantes que desde los estamentos oficiales lo acusaban de formalismo antirrevolucionario.

En 1932 compuso su Primera Sinfonía, y cuatro años después, el Concierto para piano y orquesta. Su fama se debe, sobre todo, a sus ballets Gayaneh (1942), en el que se incluye la celebérrima Danza del sable, y Espartaco (1954). Autor así mismo de varias bandas sonoras cinematográficas, entre ellas destaca la de La batalla de Stalingrado.

Fuente: www.danzaballet.com y otros

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