martes, 17 de julio de 2012

EUGENIO GRANELL Y EL CINE: UNA PELÍCULA DE VEINTE MINUTOS


Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, el Centro Galego de Arte Contemporánea repasa su producción fílmica
Han sido muchos los artistas que, procedentes del campo de la pintura, han mantenido una estrecha relación con el celuloide a lo largo de su carrera. Man Ray, Viking Eggeling, Walter Ruttmann, Marcel Duchamp, Fernand Léger o Jean Cocteau, por citar algunos ejemplos, casi todos pertenecientes a los movimientos dadaísta y surrealista, experimentaron con las posibilidades de la cinematografía en una época en la que una situación global caracterizada por grandes fracturas en el ámbito del pensamiento y la creación propició la disolución de los límites interdisciplinares.

Así pues, no es extraño que un artista como Eugenio Granell, cuya trayectoria vital influyó tan directamente en su producción, se haya sentido atraído y fascinado por la imagen, tanto en su vertiente fotográfica como cinematográfica. Sin embargo, sus experimentos en el terreno de la imagen en movimiento forman parte de una faceta prácticamente desconocida hasta ahora salvo para investigadores e interesados en la materia. La divulgación de sus películas entre el público más general es un acontecimiento relativamente reciente que se ha visto favorecido por el auge de las nuevas tecnologías y por el hecho de que estas hayan comenzado a circular en muestras ligadas a importantes proyectos de investigación sobre su legado.

Además de la filmografía completa del artista, que consta de tres películas experimentales —Invierno (1960), Lluvia (1961) y Dibujo (1961)— y tres obras de cine surrealista —Trompos (1961), Middlebury (1962) y Película hecha en casa con pelota y muñeca (1962)—, en la exposición se mostrarán una serie de documentos y objetos personales que forman parte del universo creativo de Eugenio Granell. Algunos de ellos fueron utilizados directamente en el proceso de creación de los filmes, otros forman parte de las diferentes colecciones que el artista reunió a lo largo de su vida y funcionan como catalizadores que facilitan el entendimiento de su propuesta.

La exposición Eugenio Granell y el cine: una película de veinte minutos está enmarcada en el proyecto de conmemoración del centenario del nacimiento Eugenio Granell, organizado por la Fundación Granell en colaboración con las siguientes instituciones: Fundación Cidade da Cultura, Museo do Pobo Galego, Auditorio de Galicia, Centro Cultural Novacaixagalicia y Centro Galego de Arte Contemporánea.

Hasta el 4 de noviembre. CGAC (http://cgac.xunta.es/home)

Eugenio Granell (A Coruña, 1912- Madrid, 2001)

Pintor español. En 1928 se traslada a Madrid para estudiar violín en la Escuela Superior de Música. Se afilia a la Izquierda Comunista y tras la Guerra Civil en 1939 comienza un largo peregrinaje como exiliado que le lleva primeramente a Francia, conociendo en París a Wilfredo Lam, después a la República Dominicana, donde da clases de violín, diseña muebles, es redactor de La Nación y violinista en la orquesta sinfónica de Santo Domingo, ciudad en la que entra en contacto en 1941 con André Breton, André Masson y Pierre Mabille. Más tarde continua su recorrido por Puerto Rico y Guatemala, hasta que en 1957 se instala definitivamente en Nueva York. En América compagina la labor docente como profesor de literatura española en el Brooklyn College con su actividad creativa muy ligada al grupo Phases, liderado por Eduard Jagger. En 1985 regresa definitivamente a España, estableciéndose en Madrid, lo que coincide con un reconocimiento de su labor que había permanecido en la oscuridad en nuestro país. Su obra, en un principio, está influida por las figuras de Picasso y Lam, a quienes conoce en su estancia en la capital francesa, para pasar a unas creaciones más personales dentro de la órbita del surrealismo, movimiento artístico al que se encuentra vinculado desde Francia y que posteriormente se potencia con el encuentro de André Breton en Santo Domingo, quedando como prueba de ello numerosos escritos sobre su obra de los padres del movimiento: Bretón y Duchamp. Sus composiciones están densamente pobladas por figuras, cuyos perfiles son ondulantes, exhibiendo un fuerte cromatismo. En 1995 se inaugura en Santiago de Compostela la fundación-museo que lleva su nombre y en la que se puede contemplar gran parte de su producción.

INVIERNO (1960):


LLUVIA (1961):


DIBUJO (1961): 

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